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¿POR QUÉ ESCUCHAR A LAS HISTORIAS DEL CARBONO?

Por su fondo, su forma y su esencia.

El fondo, por que en sus canciones hablan con honestidad. "Mi Montaña" habla de la esperanza y la fe de que llegarían tiempos mejores en épocas de la peor inseguridad que vivió la ciudad de Monterrey. "Tarde de Lluvia" nos lleva, en un viaje al pasado, a cualquier infancia vivida antes del cambio de siglo. El resto de las letras pasean a través de la vulnerabilidad, la resiliencia, la paternidad y la aceptación y dificultad de ser uno mismo y vivir en tu centro.

La forma. Porque su música se manifiesta inconscientemente a través de cualquier ritmo que los 10 integrantes de esta banda han escuchado a lo largo de su vida. Folk, reggae, cumbia, balada, rock, blues y rumba, se fusionan o manifiestan no de manera pura y ortodoxa pero sí espontánea, como lienzo para que dibujen lo que se lleva en el corazón. En cada canción hay al menos un solo o de una guitarra acústica, o eléctrica, o de un clarinete, saxofón, acordeón, melódica, hand pan o teclado. Y estos, son instrumentos que no todos los días se escuchan con modesto virtuosismo en las presentaciones de un grupo mexicano de rock.

Por último; por su esencia. Que es la de la amistad, la transparencia, la inocencia y el amor. Todos los integrantes son prueba fiel de que la magia de la música sobrepasa limitantes de la industria y rutas tradicionales. Bendecidos todos por ejercer otra profesión fuera de la música, por ser esposos y por ser padres de familia, los integrantes no ven a su agrupación como un fin para alcanzar la fama, la venta de discos o proponer un género musical nuevo. Sino como un medio y oportunidad para reinventarse y descubrirse en cada ensayo -como músicos y como seres humanos-.

Todos y cada uno de ellos aman a su comunidad, aman a México, aman a sus familias y creen que la música puede hacer un mejor lugar para vivir. El carbono es el único elemento presente en todos los seres vivos del planeta. Así como la música, así como la necesidad de conectarnos. Las Historias del Carbono son fiel espejo de que nuestra vida resuena en el otro, y las historias del otro en las de uno mismo.